LA IMPORTANCIA DE LA PISADA: KINESIOLOGÍA Y PODOLOGÍA
Lo primordial para poder tratar una lesión o molestia al caminar es detectar o llegar a la deducción de cuál es la causa del problema. Gran cantidad de patología s son multifactoriales. siempre se debe incluir una evaluación de toda nuestra estructura (articulación temporomandibular, cervicales, dorsales, lumbares, pelvis, rodillas, tobillos, pies, etc.) de la posición bípeda estática y un análisis de la marcha. Con esto ya empezamos a ver si hay déficits en cuanto a apoyo, acortamiento de paso o tiempo de apoyo, entre otros aspectos. También una alteración del rango de movimiento articular puede alterar nuestra biomecánica corporal, sea por exceso o por limitación de movimiento, cambiando así la pisada, modificando el trabajo muscular y conduciendo a una lesión.
Mediante test Kinesiológicos podemos detectar y valorar aspectos tales como la distribución de las cargas, analizar la pisada, el calzado y valorar la movilidad del pie, todo esto puede suponer una alteración mecánica de la forma de andar que afecta a toda la pierna, y puede llegar a afectar a la cadera y espalda. Debemos hacer una valoración del tipo de pie, del calzado que se usa y la necesidad de plantillas.
En la anamnesis o entrevista, siempre preguntamos por lesiones antiguas, aunque hayan sido de hace tiempo, y nos dicen: “Sí, bueno, algún que otro esguince, caídas o algún pequeño accidente de coche por impacto posterior, terminando unos días con collarín… de esto han pasado años”. Casi nunca le dan importancia, y resulta que sí la tiene.
Una lesión podal puede tener consecuencias a medio-largo plazo, pudiendo repercutir en otras estructuras como rodillas, cadera o columna lumbar.
Nuestro cuerpo, que posee inteligencia innata, siempre buscará las posiciones o cambios necesarios para que nuestro dolor desaparezca o disminuya, y hará que inconscientemente se realicen modificaciones en la pisada, en las posiciones de los huesos del pie, en el centro de gravedad, etc.
Se suele cuidar más al coche que al propio cuerpo. ¿Qué pasaría en un coche sin dirección asistida, sin amortiguación y sin equilibrado de ruedas? Pues lógicamente que sería muy difícil su conducción y elevado el riesgo de sufrir algún accidente al aumentar de velocidad. Por muy bien que estuviera su potente motor, buena calidad de la carrocería, adornos y extras, de nada servirían para su correcto funcionamiento. Ahora pensamos en un coche antiguo, con un motor poco potente, con la pintura ya desgastadas, con dirección asistida suave, presión adecuada en sus ruedas y perfectamente equilibradas, no alcanzará velocidades muy elevadas, no será tan eficiente, pero se desplazará con mayor seguridad que en el primer caso, sin riesgos para sus ocupantes y posiblemente también siga funcionando muchos años.
El ejemplo de estos dos coches llevados al funcionamiento del cuerpo humano nos hará comprender algunos aspectos mecánicos, y saber darle prioridad a los aspectos realmente importantes frente a los secundarios. El equivalente en nuestro cuerpo a las ruedan serían nuestros pies, los amortiguadores nuestras piernas, el motor el sistema cardiorrespiratorio y la carrocería los músculos, mientras que los extras como adornos y pinturas serían la ropa y accesorios. Al igual que no utiliza las mismas ruedas y presión un todoterreno, un autobús o un pequeño utilitario, igual ocurre con cada uno de nosotros.
Hay personas que le dan una capa de pintura al coche, algo de tunning y poco más, sólo cuidan el exterior, mientras que quizás sería más importante invertir en otros aspectos no visibles pero importantes como unas buenas plantillas y un ajuste integral de nuestra estructura.
“En tu vida podrás cambiar de vehículo, de casa, de trabajo… pero sólo tienes un cuerpo”.
PODOLOGÍA, KINESIOLOGÍA Y LA IMPORTANCIA DE LA PISADA
Javier Arias
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